
La Cámara de Diputados inicia su agenda con un clima tenso, abordando temas cruciales como el IOMA y ajustes en el reglamento interno. Primer paso antes de la apertura de sesiones.
La Legislatura Bonaerense retoma la actividad tras el receso estival, marcando la pauta para un año legislativo que se anticipa agitado. En esta primera sesión extraordinaria en la Cámara de Diputados, se abordan temas cruciales, generando un ambiente tenso desde el inicio.
El foco de atención recae en el Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA), un tema que ha generado controversia y debate. La sesión se convierte en un escenario propicio para discutir las cuestiones relacionadas con el IOMA, elevando la tensión en la Legislatura.
Además de los asuntos concretos en la agenda, se gesta un trasfondo de rosca política por el control de las comisiones permanentes. La renovación de las autoridades de estas comisiones, que determinan el curso de los proyectos antes de llegar al recinto, se perfila como un punto de disputa interna.
El oficialismo busca imprimirle un nuevo ritmo a la Legislatura, proponiendo al menos una sesión por mes, en contraste con la escasa actividad legislativa del año anterior. Se establecen fechas estimativas para las próximas sesiones, marcando una agenda más activa.
El escenario político se tensa aún más al discutir la distribución de las comisiones más codiciadas, como Asuntos Constitucionales y Justicia, Presupuesto e Impuestos, y Legislación General. La lucha por estas comisiones revela las tensiones internas y la disputa de poder dentro de Unión por la Patria.
Adicionalmente, las llamadas «comisiones ministeriales», vinculadas directamente a carteras provinciales, también se vuelven objeto de deseo, señalando una Legislatura que se perfila como un espacio de debates intensos y desafíos políticos a lo largo del año.