
Con una paralización de 48 horas, los trabajadores universitarios exigen mejoras salariales y rechazan la posible anulación de la ley de financiamiento. Se prepara una gran marcha federal para el 2 de octubre.
La medida se lleva a cabo en un contexto complicado, ya que la ley de financiamiento universitario se encuentra en un limbo legislativo. La convocatoria cuenta con el respaldo de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que también se suma a la protesta.
El secretario general de CONADU, Carlos De Feo, expresó su preocupación por las intenciones del Gobierno de Javier Milei de desmantelar la universidad pública. Según datos del Ministerio de Capital Humano, los trabajadores universitarios han recibido un aumento salarial del 76%. En contraste, la inflación acumulada en lo que va del año asciende al 95%.
La adhesión a la medida de fuerza es significativa, con ATE informando que más del 90% de los trabajadores estatales en todo el país se ha sumado al paro. Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, destacó que esta movilización representa un llamado de atención al Gobierno.
Además de los reclamos salariales, los estatales expresan su rechazo a los despidos masivos, con un estimado de 65 mil contratos en revisión que podrían ser cancelados a fin de mes. Este escenario podría desencadenar la tercera ola de despidos en el año, una situación que agrava la crisis laboral en el sector público.
El 2 de octubre se llevará a cabo una marcha federal universitaria, convocada por rectores, estudiantes y trabajadores. Esta movilización tiene como objetivo presionar al Gobierno para que actualice el presupuesto universitario y promulgue la ley de financiamiento, que ya fue aprobada por el Congreso. Sin embargo, desde el Gobierno han manifestado su intención de vetar la norma, argumentando que podría comprometer el equilibrio fiscal.