
En un esfuerzo por evitar un paro de colectivos que podría afectar a millones de personas en la región metropolitana de Buenos Aires, el Gobierno argentino dictó una conciliación obligatoria de 15 días. Esta medida, anunciada por la Secretaría de Trabajo, tiene como objetivo preservar el servicio público de transporte y fomentar el diálogo entre las partes involucradas en el conflicto salarial.
La Unión Tranviarios Automotor (UTA), liderada por Roberto Fernández, había planeado un paro de 24 horas para este viernes 28 de marzo. Sin embargo, ante la dictación de la conciliación obligatoria, el paro quedó sin efecto. La medida implica que tanto el gremio como las cámaras empresarias están inhibidas de tomar cualquier represalia o medida de fuerza durante los próximos 15 días, lo que garantiza que los servicios de transporte público continúen funcionando con normalidad.
El conflicto surge debido a la falta de un acuerdo salarial entre la UTA y las cámaras empresarias. Las empresas argumentan que no pueden ofrecer incrementos salariales debido a los bajos márgenes de rentabilidad. Por su parte, el sindicato reclama una recomposición salarial del 2,5% cada mes entre febrero y abril. La situación ha estado estancada durante varias semanas, con reuniones sin acuerdos y una creciente tensión entre las partes.
La conciliación obligatoria fue solicitada por tres de las cuatro cámaras empresarias del sector, entre ellas la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) y la Cámara Empresaria del Autotransporte de Pasajeros (CEAP). Estas cámaras argumentaron que la inacción del Estado y la falta de propuestas salariales por parte de la patronal habían intensificado el conflicto. La Secretaría de Trabajo, dependiente del Ministerio de Capital Humano, instó a ambas partes a retomar las negociaciones dentro de un marco de legalidad y respeto.