
La provincia de Buenos Aires está intensificando sus esfuerzos por mejorar la conectividad escolar a través de un ambicioso plan que ya está transformando la realidad de miles de estudiantes. Según datos oficiales, más de 11.539 predios educativos bonaerenses cuentan hoy con servicio de internet, lo que representa un salto sin precedentes en inclusión digital y acceso a la información. De este total, 5.765 escuelas reciben conectividad provista directamente por el Estado provincial, y otras 5.774 lo hacen a través de la Secretaría de Educación de la Nación, garantizando que más de tres millones y medio de chicos accedan a este recurso esencial.
El programa, impulsado por el gobierno de Axel Kicillof, continúa expandiéndose: durante 2025, más de 700 establecimientos educativos se sumarán a la red estatal bonaerense, y para 2026 se proyecta la conexión de unas 600 escuelas adicionales. El objetivo es claro: alcanzar la cobertura total en el sistema público provincial, cerrando definitivamente la brecha digital en las aulas de Buenos Aires.
Uno de los grandes desafíos del programa fue llegar a zonas rurales y alejadas, donde la infraestructura era más escasa. Para lograr esto, la provincia recurrió a la tecnología satelital, conectando más de 2.500 escuelas rurales a través de satélites como el Amazonas-3, SES-17 y Júpiter-3. De esta manera, estudiantes de parajes remotos tienen hoy las mismas oportunidades de acceso a contenidos digitales y aplicaciones educativas que quienes viven en las grandes ciudades.
La expansión de la red fue posible gracias a la articulación entre el sector público y privado, sumando el esfuerzo de 42 cooperativas y empresas de telecomunicaciones distribuidas en los 135 municipios bonaerenses. Este trabajo conjunto permitió no solo ampliar la cobertura, sino también mejorar la conectividad en términos de velocidad y estabilidad del servicio.
El gobierno provincial sostiene que la conectividad es más que un servicio: la considera un derecho básico y una herramienta central para el desarrollo educativo, la inclusión social y la igualdad de oportunidades. De este modo, la política de conectar escuelas, especialmente en zonas vulnerables, apunta a cimentar una provincia mejor preparada para los desafíos del siglo XXI, con la aspiración de que ninguna escuela bonaerense quede excluida del futuro digital.