El Poder Ejecutivo de la provincia de Buenos Aires se prepara para presentar el proyecto de Presupuesto 2026 y la Ley Impositiva a la Legislatura antes de que finalice octubre, en medio de expectativas cruzadas y negociaciones políticas que incluyen tanto a la oposición como al propio oficialismo. Esta presentación ocurre en un contexto donde el gobernador Axel Kicillof viene gestionando dos años consecutivos sin presupuesto aprobado: desde la victoria de Javier Milei a nivel nacional en 2023 y las extensas negociaciones frustradas del año pasado, la provincia funciona con un presupuesto prorrogado desde 2022, una rareza para la Argentina inflacionaria.
Entre los legisladores hay consenso: terminado el proceso electoral del 26 de octubre, se espera que el Ejecutivo ingrese por el Senado el proyecto de la llamada Ley de leyes, pieza central para ordenar las cuentas provinciales de cara al próximo año. Las expectativas sobre el presupuesto no solo provienen del sector opositor dialoguista, sino también del bloque oficialista Unión por la Patria, quienes tienen demandas propias y buscan discutir cuestiones de fondo que afectan el futuro de la gestión bonaerense.
Las principales discusiones giran en torno a la necesidad de mayor transparencia y previsibilidad, especialmente después de los años sin presupuesto aprobado y ante los pedidos de endeudamiento impulsados por el oficialismo. Los bloques opositores advierten que no convalidarán nuevas solicitudes de deuda hasta que se conozca y discuta el proyecto presupuestario, clave para determinar prioridades de gasto y planificación financiera en un contexto de altas necesidades sociales y económicas.
El propio Kicillof, mientras avanza en la redacción del presupuesto y de la ley impositiva, ha reiterado la urgencia de cerrar el ciclo actual sin incrementar el endeudamiento y subraya que la refinanciación de la deuda preexistente no implica contraer nuevos compromisos onerosos para la Provincia. Además, el mandatario cuestiona la solidez de los lineamientos presentados por el gobierno nacional, señalando la distancia entre sus proyecciones macroeconómicas y la realidad de la provincia, lo que agrega presión sobre la confección local del presupuesto.
En este marco, legisladores oficialistas y opositores, sindicatos y sectores productivos esperan la presentación formal del Presupuesto 2026 para abrir una discusión que defina el rumbo fiscal, la administración de recursos, el sostenimiento de los servicios públicos y el financiamiento de los programas sociales y educativos ante una coyuntura marcada por la inflación, la necesidad de obras públicas y la urgencia de recomponer el tejido social bonaerense.