La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ha convocado a un paro nacional para el miércoles 19 de noviembre, en rechazo al proyecto de reforma laboral impulsado por el gobierno de Javier Milei y ante la aguda crisis salarial que afecta a los empleados públicos argentinos. La medida, decidida por unanimidad en un plenario federal de delegados de todo el país, incluirá una movilización a la Secretaría de Trabajo en la Ciudad de Buenos Aires al mediodía y promete resonar en distintos organismos estatales.
El reclamo central de ATE se centra en los cambios que el Ejecutivo busca introducir en las normativas laborales, bajo el concepto de “modernización laboral”. Según Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, el gremio no esperará a conocer los detalles de la reforma para manifestarse en la calle: “No podemos esperar hasta el recambio parlamentario. Tenemos que empezar a enfrentar ya en la calle a esta reforma”, sostuvo. Aguiar también advirtió sobre intentos oficiales de desprestigiar la labor sindical para avanzar con recortes de derechos y el “desguace de áreas sensibles de control y fiscalización”.
Entre los puntos más debatidos del proyecto oficialista se encuentran la flexibilización de convenios, la redefinición del principio de irrenunciabilidad, la ampliación de la jornada laboral hasta 12 horas, el pago de indemnizaciones en cuotas y la posibilidad de que cada empresa proponga sus propias reglas sobre salarios y condiciones. Además, el esquema de “salarios dinámicos” propuesto por el gobierno, que busca vincular la remuneración del trabajador a su productividad y a las condiciones de la empresa en la zona más desfavorecida, ha generado un fuerte rechazo sindical, considerándolo una amenaza directa al salario mínimo convencional.
A esta pulseada sindical se suma el reclamo por la reapertura de paritarias, cerradas unilateralmente tras propuestas salariales inferiores a la inflación medida por el INDEC, y el creciente pluriempleo dentro del sector público, fenómeno que ATE señala como síntoma de la emergencia salarial tras casi dos años de gestión libertaria. La administración de Milei, aseguran desde el gremio, “entró en emergencia salarial”, y ya son mayoría los trabajadores estatales que no logran cubrir sus necesidades básicas ni sostener sus hogares dignamente.
La convocatoria al paro tiene lugar en un contexto de sucesivas protestas sindicales a nivel nacional y regional, agravado por la inestabilidad económica, los recortes presupuestarios y el endurecimiento de las condiciones laborales en el Estado. Para ATE y otras organizaciones gremiales, la ofensiva del gobierno representa “la posibilidad de aniquilar derechos laborales detrás de la modernización”, y demandan además la reparación del “grave daño salarial” sufrido estos años.
La jornada del 19 de noviembre será así una nueva muestra de resistencia gremial que tensiona la agenda política argentina, poniendo en primer plano el debate sobre el costo social de las reformas estructurales y el lugar de los trabajadores estatales en la disputa por el modelo de país.