
Lluvias y perspectivas positivas alientan la recuperación tras tres años de sequía.
Luego de tres años de sequía implacable, Argentina parece encaminarse hacia la recuperación en el sector agropecuario. Este fenómeno climático había reducido las exportaciones de productos primarios en un 41.1% y afectado la actividad agropecuaria en un 36.8% interanual, impactando considerablemente en la economía del país. Sin embargo, ahora se vislumbran señales positivas.
Uno de los indicadores alentadores es el estimador mensual de actividad del agro bonaerense. El ministro de Hacienda y Finanzas de la provincia de Buenos Aires, Pablo López, informó que «en agosto, la actividad agropecuaria creció un 10% en comparación con julio». El funcionario destacó que en tres meses, el sector ha recuperado más de la mitad de los 30 puntos perdidos debido a la sequía.
Las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario para la Región Núcleo (que abarca Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires) también apuntan en la misma dirección. La entidad pronosticó que, gracias a las últimas lluvias, comenzará la siembra de soja en la región, calculando un aumento del 11% en la superficie de siembra con respecto a la campaña anterior.
En cuanto al maíz, la incertidumbre climática sigue siendo un factor determinante. Sin embargo, el Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar publicó un pronóstico para el próximo trimestre que ofrece esperanza. Especialistas señalaron que el fenómeno climático El Niño ya ha traído lluvias a varias zonas del país, incluyendo el norte de la provincia de Buenos Aires.
El director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN), Pablo Mercuri, explicó que las lluvias recientes y las previstas para las próximas semanas indican un cambio en la situación de escasez hídrica que afectó al sector durante las últimas cuatro campañas agrícolas. Esta mejora se espera especialmente en el noreste del país y en la región Pampeana, donde se anticipa una mayor probabilidad de lluvias normales o superiores a lo habitual.