
Desde la prisión, Blas Cinalli, uno de los ocho rugbiers condenados por el homicidio de Fernando Báez Sosa, rompió el silencio y negó su participación en el crimen ocurrido en Villa Gesell en 2020. Además, reveló su deseo de cambiar de abogado. Cinalli recibió 15 años de prisión y se distanció de los cinco condenados a perpetua.
«No ideamos un plan para matar a Fernando. No hubo roles, eso nunca existió», declaró Cinalli en un mensaje a través de Instagram. También expresó su frustración por el trato mediático recibido y pidió respeto hacia él y sus amigos asesinos. En su versión de los hechos, Cinalli afirmó que se acercó a ayudar a un amigo en un forcejeo y no recuerda haber golpeado a Fernando Báez Sosa.
El Tribunal Oral Criminal (TOC) N°1 de Dolores condenó a Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi como «partícipes secundarios» del crimen y a Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli y los hermanos Ciro y Luciano Pertossi como «coautores». Cinalli se disculpó por el hecho, pero reconoció que eso no solucionaría nada y pidió que lo dejen vivir.