
El ministro de salud bonaerense, Nicolás Kreplak, reveló un aumento del 20% en la demanda en hospitales públicos debido a la crisis de clínicas privadas. La situación requiere la construcción de 20 nuevos hospitales.
La situación del sistema de salud en la provincia de Buenos Aires se ha vuelto crítica a raíz de la crisis o cierre de numerosas clínicas privadas. Nicolás Kreplak, ministro de salud bonaerense, detalló que esta problemática ha generado un incremento significativo en la demanda de los hospitales públicos desde diciembre hasta la fecha. Desde Olavarría, donde participó en la firma de un convenio entre el municipio y las clínicas locales para reducir las listas de espera en cirugías programadas, Kreplak brindó un panorama preocupante sobre la actual coyuntura económica y política.
Durante una rueda de prensa, el ministro explicó que la crisis económica ha impactado fuertemente en la seguridad social. «El poder adquisitivo del salario ha disminuido un 30% y las jubilaciones han perdido más del 30%. A esto se suma una inflación muy alta desde diciembre y un incremento significativo en el precio de medicamentos, prótesis e insumos sanitarios,» señaló Kreplak. Esta situación ha dejado a las clínicas y sanatorios privados en una posición crítica, con alrededor de 5.000 instituciones en riesgo de quiebra según un informe de la Unión Argentina de Salud (UAS).
El cierre de clínicas privadas representa un desafío enorme para el sistema de salud pública. «Si se cierran las clínicas, es un problema muy grande,» lamentó Kreplak. En este contexto, el ministro presentó datos alarmantes sobre la sobrecarga que están experimentando los hospitales bonaerenses. «La demanda en el sector público ha aumentado un 20%. Tenemos 100 hospitales y para igualar la respuesta sanitaria que teníamos en diciembre, necesitaríamos inaugurar mañana 20 hospitales nuevos con 25.000 trabajadores adicionales,» sentenció.
Este aumento del 20% en la demanda es extremadamente significativo y refleja la gravedad de la situación. «El sector privado está cerrando servicios, guardias y, en algunos casos, las propias clínicas. Esto obliga a las personas a recurrir al sector público. Necesitamos que al sector privado le vaya bien,» concluyó Kreplak. La crisis en las clínicas privadas no solo afecta la calidad de la atención médica, sino que también pone en riesgo la estabilidad del sistema de salud pública.