
La Justicia marplatense dictaminó un fallo histórico que conmueve al ámbito judicial y empresarial local: un joven que fue brutalmente agredido en el reconocido boliche Quba Café de Mar, ubicado en Playa Grande, recibirá una indemnización de $60.563.897. El incidente, ocurrido en marzo de 2017 durante una fiesta de San Patricio, dejó a la víctima con graves secuelas físicas y emocionales, marcando un antes y un después en las responsabilidades de los establecimientos nocturnos.
La madrugada del 17 de marzo se transformó en pesadilla para este joven de 21 años. En pleno festejo, un desconocido lo atacó partiéndole un vaso de vidrio en la cara. Las lesiones fueron devastadoras: cortes profundos, cicatrices visibles, pérdida de sensibilidad y una deformidad permanente en el rostro. El agresor nunca fue identificado, pero la Justicia consideró que el boliche y su aseguradora son responsables directos de los daños sufridos por el joven.
El camino hacia la reparación fue largo. Ocho años de lucha judicial culminaron con la sentencia del Juzgado Civil y Comercial N° 4 de Mar del Plata, que obligó a la empresa Purasal S.R.L. –responsable del local nocturno– y su aseguradora a afrontar la millonaria suma. La cifra otorgada se distribuye en tres rubros: $1.200.000 por daño emergente, $50.363.897 por daño a la integridad física y $9.000.000 por daño moral, reflejando la magnitud de las consecuencias que tuvo el ataque sobre la vida de la víctima.
La defensa del boliche intentó deslindar responsabilidad, argumentando que el hecho fue cometido por un tercero completamente ajeno a la organización y que la víctima no había abonado entrada para ingresar esa noche. Sin embargo, el fallo fue contundente: «su sola presencia dentro del local y la utilización del servicio de esparcimiento bastan para otorgarle la calidad de usuario o consumidor». El juez también remarcó la falta de registros fílmicos del incidente, lo que dificultó la reconstrucción de los hechos y expuso la ausencia de medidas mínimas de resguardo por parte de la empresa.
Este caso sienta precedente y vuelve a poner en debate la seguridad dentro de los boliches y la obligación que tienen los comercios de proteger a quienes concurren a sus instalaciones, más allá de las condiciones particulares de cada evento. Con esta sentencia, la Justicia busca garantizar que ninguna víctima de episodios violentos quede desamparada y reafirma la importancia de reconocer los derechos de los consumidores en contextos de ocio nocturno.