
En medio de las bajas temperaturas que han afectado recientemente a Buenos Aires y varias provincias, la Ciudad de Buenos Aires ha intensificado sus acciones para brindar apoyo integral a las personas en situación de calle. Este operativo, que se lleva a cabo todo el año, incluye una serie de medidas destinadas a garantizar que nadie duerma en la calle, especialmente durante el invierno.
La Red de Atención, un servicio esencial que opera los 365 días del año, ha sido ampliada este año para abordar de manera más efectiva las necesidades de las personas en situación de calle. Una de las principales novedades es el reemplazo de la entrega ambulante de viandas por comidas en iglesias y clubes cubiertos. Esto permite que las personas puedan comer bajo techo, recibiendo así una atención integral que incluye alimentación, alojamiento y higiene. Además, se han sumado equipos de asistencia en motos para que la atención sea más ágil y eficiente.
«Queremos que cada uno pueda sentarse, comer en un lugar a resguardo y recibir la atención de nuestros especialistas, médicos y asistentes sociales», destacó el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Mraida. Este compromiso se refleja en la línea de atención 108, que es la primera opción para cualquier persona que se encuentre en una situación de calle y necesite ayuda inmediata. La Red de Atención cuenta con más de 600 personas, incluidos voluntarios de organizaciones no gubernamentales e iglesias, que trabajan diariamente para asistir, acompañar y brindar refugio a cada persona que lo necesita.
Además de la atención médica y social, la Ciudad ha implementado una estrategia de entrega de ropa térmica completa, que incluye pantalón, camiseta, gorro y guantes. Esta ropa es más efectiva que una frazada para afrontar las bajas temperaturas y prevenir enfermedades. «La ropa térmica abriga el cuerpo, permite moverse, no se moja con la humedad y protege del frío todo el día, no solo una noche», explicó un funcionario de la Ciudad.
La Ciudad de Buenos Aires cuenta con 47 Centros de Inclusión Social (CIS) que ofrecen más de 4,300 lugares para dormir. Estos espacios de contención cubren las necesidades más inmediatas de las personas, como alojamiento, alimentación e higiene, y trabajan simultáneamente para promover su reinserción social. «Ninguna persona debería dormir en la calle. Cuando eso ocurre, el compromiso de la Ciudad es estar ahí, una y otra vez, con firmeza y sensibilidad. Porque incluso frente al rechazo o la desconfianza, hay una convicción que no cambia: la calle no es un lugar para vivir, y mucho menos para pasar el invierno», sostuvo el Jefe de Gobierno, Jorge Macri.