A partir del próximo sábado 1° de noviembre, viajar en colectivo dentro de la provincia de Buenos Aires será más caro. El Ministerio de Transporte bonaerense confirmó un nuevo aumento del boleto de colectivo, esta vez del 4,1%, que impactará directamente en el bolsillo de miles de usuarios desde La Plata hasta el conurbano. Esta suba sigue la modalidad de ajuste automático: responde al último índice de inflación difundido por el INDEC sumado a un adicional de dos puntos porcentuales, mecanismo que se mantiene vigente desde febrero de este año.
El incremento no es menor: la tarifa mínima para las líneas provinciales, aquellas que recorren La Plata, Berisso y Ensenada, pasará a costar $624,14 para quienes viajen con la tarjeta SUBE registrada, mientras que quienes no la tengan nominada deberán abonar un boleto más caro, que trepará hasta los $992,38 en el tramo más corto. En el resto del conurbano, el boleto mínimo para viajes de hasta tres kilómetros tocará los $573,09, marcando así una brecha de casi 30% con las tarifas nacionales, hoy congeladas desde julio. Los tramos más extensos también se encarecen: por ejemplo, el viaje de más de 27 kilómetros ya tiene un valor de $833,18, mientras que para quienes no cuenten con la SUBE registrada, el costo supera los $1.300.
Las autoridades provinciales explicaron que la actualización busca garantizar la continuidad y regularidad de los servicios, ante el constante aumento de los costos operativos. El esquema de ajuste sigue la evolución del Índice de Precios al Consumidor, pero en lo que va del año, los aumentos de boletos superaron holgadamente la inflación: el transporte automotor acumula subas por encima del 54%, mientras que el IPC provincial en igual período fue menor. Esta disparidad acrecienta la preocupación de los usuarios, quienes ven sus economías familiares cada vez más afectadas por el costo del transporte.
Es fundamental remarcar que la Tarifa Social sigue vigente para jubilados, pensionados y otros beneficiarios de ANSES. Quienes acceden a este beneficio continúan pagando la mitad del valor regular del boleto: desde noviembre, el viaje mínimo costará $257,89 para este grupo, un alivio frente al alza generalizada pero igualmente impactado por los sucesivos aumentos. Por otra parte, los descuentos automáticos para pasajeros frecuentes —del 50% al segundo viaje y 75% al tercero en el mismo día— permanecen activos, aunque sólo para quienes hayan finalizado el registro de la SUBE en las terminales automáticas.
En paralelo, los boletos de colectivos de jurisdicción nacional y los trenes metropolitanos mantienen sus tarifas congeladas desde hace meses, exacerbando la brecha tarifaria entre servicios locales y nacionales. Para los pasajeros del Gran La Plata y el conurbano, el nuevo cuadro tarifario representa un desafío adicional a la hora de calcular el presupuesto mensual, mientras las líneas de colectivos ajustan sus precios en función de una inflación persistente y de decisiones que buscan sostener la operatividad de un sistema indispensable.